En México, 37% de los trabajadores vive quincena a quincena, lo que genera altos niveles de estrés financiero y, su vez, un impacto directo en la productividad laboral.

Vivir quincena a quincena esperando a que llegue el pago y destinar ese dinero al cubrir deudas conlleva a un estrés financiero, así lo menciona Sylvain Chevalier, director de Relaciones Institucionales de Max Capital Mex.

Chevalier dice que se le llama estrés financiero a una situación de sobreendeudamiento y a ese momento en que no se tiene acceso a capital para cubrir las deudas.

De acuerdo con el estudio Estrés financiero, realizado por Max Capital Mex, uno de cada dos mexicanos sufre de endeudamiento, situación que afecta la productividad de los trabajadores.

“Una persona sobreendeudada llega a pasar cinco días del mes pensando cómo resolver su situación financiera”, o se ausenta del trabajo, comenta Chevalier en entrevista con El Economista y detalla que esas personas bajan su desempeño laboral, “porque dedican horas productivas a tratar de resolver un rompecabezas, que es el cómo pagar mis deudas”.

Asimismo, el desempeño de los trabajadores empeora hasta seis veces cuando tienen problemas financieros y 37% de los empleados mexicanos vive quincena a quincena.

En esta situación el empleador juega un papel fundamental. De acuerdo con el estudio, 80% de los empleados considera que la primera persona a quien recurren cuando necesitan un préstamo es al jefe, después a los familiares y por último a casas de empeño.

Además, las personas buscan postularse en empresas que les proporcionen prestaciones como fondo de ahorro, horarios flexibles, bono mensual por puntualidad, entre otros.

Para contrarrestar el estrés financiero, el empleador requiere educar financieramente al trabajador, enseñarles los tres básicos de finanzas.

El primero es hacer consciente al trabajador de cuál será el destino del préstamo, es decir, para qué lo va a solicitar; si es para una deuda, para vacacionar y si es necesaria esa deuda.

El segundo básico es analizar cuál es el monto máximo a solicitar, que depende

de la economía de cada persona pero que no debe ser superar 30% del sueldo. “Pasar ese porcentaje es altamente peligroso, en su capacidad de pago. Si te vas a endeudar hazlo por un monto viable”.

Chevalier menciona que el tercer básico es pedir un crédito consciente, con baja tasa de interés y evitar el tarjetazo. “El crédito de nómina es uno de los más viables para organizar las finanzas”.

Si ya estás en estrés financiero, Chevalier dice que tienes que reestructurar tus finanzas y si tienes deudas en diversas tarjetas, consolídalas en un solo crédito. “Puede ser viable pedir un crédito de nómina que te permita organizar las finanzas sobre un año para consolidar deudas de tarjetas. Te aconsejamos priorizar y pagar los créditos de corto plazo, que tienden a ser los que cuentan con tasas más elevadas”.

No te endeudes

A fin de evitar el estrés financiero, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomienda elaborar un acelerador de pagos, que consiste en fijar una cantidad mensual que dé 10% del saldo para terminar más rápido con la deuda.

Si no dispones de dinero, haz un plan de ahorro; revisa los gastos de los últimos seis meses y enlista todos los que te permiten economizar: luz, teléfono, antros, cigarros o garnachas.

También puedes redactar un esquema de eliminación de deudas: enumera las cuentas y empieza por la que requiera menos tiempo de pago. La deuda número uno corresponderá a los créditos casi cubiertos o de corto plazo; el último número será el adeudo de mayor duración.

Cada mes, cubre el pago mínimo de todos tus compromisos, pero en la deuda número uno deposita la cantidad obtenida a través de tu acelerador de pagos.

Repite la operación hasta liquidar la primera cuenta y haz lo mismo con el resto de la lista.

Escrito por: Felipe Morales Fredes 

Fuente: Factor Capital Humano